Parece que hago esfuerzo, pero voy como un tiro (... eso es lo que pretendía ...) en la Carrera del Real Madrid de Alhaurín de la Torre 2017.
Me
propuse volver a escribir más después de mi primera Media Maratón, de hecho, me
he acordado cada uno de estos días atrás, pero en ningún momento he dispuesto
de un pequeño hueco en el que reflexionar. En ninguno de mis momentos he podido
dejarme llevar por escuchar la melodía de este piano tecnológico y contar así
mis experiencias en lo alto de mis zapatillas. Hasta ahora mismo. Justo estos
20 minutos que tengo me sirven, ya que quizá sean los únicos minutos en los que
pararé hoy jueves.
Sí,
muchos vivimos en una vida tan ajetreada que apenas podemos respirar, pero no
debemos olvidar que esta misma vida es la que elegimos. Yo elijo hacer todo
esto y dejar una hora (media más para estirar y desplazarme) para hacer
deporte. Otros prefieren guardarse esa bala en la recámara para mirar al techo
o para echarse esa famosa siesta que todos cuentan que es increíble, y que mi
experiencia me dice que correr una 10K te deja mejor.
Elijo
hacer deporte, no porque sea un mito que tengo asumido en mi personalidad, que
también, sino porque es la forma de socializar contigo mismo, de proponerte
metas y saber que, si no puedes llegar a ellas, tienes tu propio colchón sobre
el que renunciar. Hay ocasiones en las que uno sale a correr para hacer 13
kilómetros y se encuentra sin aliento en el kilómetro 9. No hay problema en
cesar la carrera, otro día podremos seguir. Nosotros somos la meta, y nos
sentiremos bien con nosotros mismos pase lo que pase y hagamos lo que hagamos.
Sin
embargo, y es por ello por lo que deseo plasmarlo escrito, más allá de esta
satisfacción personal, el deporte nos ayuda a ser felices en cuanto a ideas.
Una mala noticia deja de ser tan mala cuando la aislamos un rato corriendo,
jugando al tenis, al fútbol, al baloncesto, etc. Y es que, cuando terminas de
hacer deporte, creo que tu grado de bienestar personal es tan elevado (y tu
cansancio mental, pues no pensemos que el deporte es solo físico) que no queda
hueco para descargar el malestar.
Estos
pasados días decidí salir a correr. El lunes hice una tirada corta de unos 11
kilómetros, y el miércoles de unos 12. Además de ello, entrené el martes en el
club de tenis, y mis pensamientos sobre las preocupaciones que tenía el
domingo, han desaparecido. Veo las cosas de forma distinta porque el deporte me
ha ayudado a camuflarlas y a sentirlas de un modo que nada nos puede hacer
sentirlas.
Cuando
uno corre, salta, baila o hace el pino, piensa sobre estos problemas, pero los
siente lejanos, los ve con una perspectiva neutra, tal y como los ve el resto
de personas que nos rodean. Esto nos ayuda a encontrar grandes ideas, grandes
soluciones, remedios que no creíamos capaces de encontrar en un día a día de
estrés. Todo ello unido, nos hace ser más feliz en su colapso.
Creo
que existe algo que no está fabricado en la zona oriental del planeta, sino que
lo fabrica el Deporte, algo tan importante como es nuestra Felicidad.
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